Monday 28 May 2012




los tejados, las tejas y los soles naranjas ardiendo sobre la ciudad. el silencio crece a mi lado, se levantan millones de palabras enredadas y masticadas al oído. mientras la falda de la ciudad se mece a mis pies, lentamente, entre millones de murmullos y cenas, ajena, tan ajena a mi... diminuta o no, permanezco invisible. el mundo rueda, como engranaje de falsas rutinas, todos los días se duerme el sol apagando su naríz sobre las colinas que recogen toda esa cantidad de latidos... y aquí, la vida, sucede, la siento en mis manos, es tan frágil, dándome cuenta de que jamás ha corrido sola, siempre, soy piloto de su cotidianiedad, y es entonces, cuando la conciencia me toma por consciente, tiemblan las manos, se me acelera el corazón y cambia.

es en el instante en que pierdes la mirada al cielo, dejas ir los cabellos ya lejos de tu nuca, cuando el equilibrio te falla un segundo, y apresuradamente decides, si dejarte o no dejarte, si tu soledad va más allá de la compañía, si es un estado, o es tu lenguaje.

cruzan las golondrinas mi espacio vacío de cielo, y me recoge el aliento de Mayo, hay música y vida en ese anhelo azul, y me enamora la soledad que me dibuja una sonrisa mientras se ríen de mi los locos... locos ellos, y loca yo...

il postino - soundtrack (mía,mía, sin duda)


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